A lo que vamos. Os traemos lo que más nos atrajo, enamoró, y tentó hasta descuartizar nuestra fuerza de voluntad. Ahí van:
1. Nunes da Silva.
¿Son platos? ¿Son teteras? ¿Son lámparas? Son todo a la vez: Antiguas vajillas y piezas de cocina que buscan una segunda oportunidad en esta vida tan proclive al encasillamiento.
Lo mejor: Si tienes un pequeño rincón comedor en la cocina con cero personalidad, una lámpara-tetera lo puede cambiar absolutamente todo.
Lo peor: No es la compra más asequible (en torno a 90€). Ve poniendo una hucha para la próxima edición.
2. Bric à Brac.
Una delicia para los amantes del vintage y de aquellos muebles con una historia detrás.
Lo mejor: Botelleros-coperos de personalidad arrolladora.
Lo peor: Querrás llevártelo todo.
3. Bupaper.
Los trofeos de caza son tendencia, y si lo dice la revista AD el hacerse con uno se convierte en un mandamiento en toda regla. Pero para los que somos reacios a colgar la cabeza muerta de un pobre animalito en nuestro salón, Bupaper ha creado un zoológico infinito en papel maché de los colores y texturas más insospechados. Deliciosos.
Lo mejor: La versión rinoceronte es bestial.
Lo peor: La textura hand-made y la variedad de colores los hace algo edulcorados.
4. Indoors Madrid.
Mobiliario de los 50, 60 y 70. Nada más y nada menos. Todo precioso y más que apetecible.
Lo mejor: Mesa de formica celeste años 60. Aunque no creo que siga a la venta!
Lo peor: Nada.
5. Lady Desidia.
Tras su magnético nombre, Lady Desidia ilustra vajillas, tazas, lámparas, vinilos decorativos... Todo con un trazo infantil e hipnótico.
Lo mejor: Los platos para comer o para colgar son un regalo 10.
Lo peor: Hazte con ellos antes de que pasen de moda.
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